La obra iba bien, cumpliendo el calendario previsto y todo parece indicar que íbamos entrar a finales de febrero o principios de marzo... pero el carpintero, literalmente, nos está jodiendo.
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Armario del dormitorio a medias. |
Después de colocar las puertas y empezar a montar los armarios, ya no se sabe nada de él. Cada vez que vamos a la carpintería para que nos diga cuando piensa aparecer por casa, nos dice un día y nuevamente sigue sin aparecer. Ni siquiera llama por teléfono para decirnos algo y cada vez que vamos a verle nos encontramos que tiene todo nuestro trabajo PARADO y dice que pasará tal día pero sigue sin aparecer... y la verdad ya no confiamos en él.
Menos mal que sólo hemos pagado lo que está terminado. El resto, como tarde una semana más se acabó. YA ESTOY BUSCANDO OTRO CARPINTERO.
Quién lo diría! Ni los fontaneros, ni los electricístas, ni los albañiles... el que nos está fallando es el puto carpintero! tócate los cojones!